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Proteger la biodiversidad no solo es esencial para preservar la belleza natural de la Tierra, sino que es un pilar fundamental para la salud humana.
La conexión entre la salud del ecosistema y la salud humana es un tema central en el concepto “One Health”, que reconoce la interdependencia entre el bienestar de las personas, los animales y el entorno.
En este contexto, el impacto de la actividad humana, especialmente la construcción en áreas urbanas ha generado efectos devastadores sobre los ecosistemas. Reconocer estas consecuencias no solo es esencial para evitar daños irreversibles, sino que también ofrece una oportunidad para que las empresas y los inversores adopten prácticas más sostenibles, alineadas con las normativas emergentes y que puedan generar valor a largo plazo.
La importancia de proteger la biodiversidad: la salud humana y su conexión con la salud del ecosistema
La biodiversidad juega un papel crucial en la estabilidad y funcionalidad de los ecosistemas. Estos sistemas nos proporcionan servicios esenciales como la polinización de cultivos, la purificación del aire y el agua, la regulación del clima y el control de enfermedades. La desaparición o reducción de especies clave puede generar desequilibrios ecológicos que impactan directamente en la salud humana.
El concepto de “One Health” pone en primer plano esta relación. Según este enfoque, la salud humana y la salud ambiental están intrínsecamente conectadas. La degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático son factores que incrementan la aparición y propagación de enfermedades zoonóticas, aquellas que se transmiten entre animales y humanos, como el COVID-19 o el ébola. La destrucción de hábitats naturales reduce las barreras naturales entre los humanos y los animales salvajes, facilitando la transmisión de virus y bacterias.
Además, los ecosistemas saludables proporcionan una amortiguación contra los efectos del cambio climático, como las olas de calor, las sequías y las inundaciones, que afectan tanto la salud humana como la estabilidad de las economías. Por lo tanto, proteger la biodiversidad no es solo una cuestión ética o de preservación ambiental, sino una estrategia para garantizar la salud y el bienestar de las generaciones futuras.
La relación entre la construcción y la salud en las personas y los ecosistemas
El crecimiento urbano y la expansión de la infraestructura han sido motores del desarrollo económico y social en las últimas décadas. Sin embargo, esta actividad ha generado un profundo impacto en los ecosistemas y, en consecuencia, en la salud de las personas. Las áreas urbanas, al albergar grandes concentraciones de población y, habitualmente, actividad industrial en su entorno circundante, tienden a transformar de manera drástica el entorno natural, por eso es clave que la intervención humana sea respetuosa con el entorno, evitando, por ejemplo, los impactos negativos derivados del efecto “Isla de Calor Urbana (ICU)” y promoviendo el desarrollo de zonas naturales entre las construcciones, las cuales sabemos afectan de forma muy positiva a la salud mental y física de todos.
Desde nuestra visión
El área Real Estate Positive Impact de Eco Intelligent Growth (EIG) ofrece una respuesta integral a estos desafíos estructurando sus servicios en base a seis vectores clave para el diseño y operación de edificios: Edificio Net Zero Carbon, Edificio Circular, Edificio Regenerativo y Biodiversidad, Edificio Saludable, Edificio Social e Inclusivo, y Edificio Alineado con Normativa e Inversión Sostenible.
Este enfoque busca integrar la sostenibilidad y la biodiversidad en el diseño y operación de edificios, impulsando un impacto positivo en el entorno y las comunidades.
En el vector Edificio Regenerativo y Biodiversidad, EIG ofrece servicios como análisis ambiental, evaluación de riesgos climáticos, informes de biodiversidad, cálculo de huellas de biodiversidad e hídrica, planes de gestión de biodiversidad (Biodiversity Stewardship Plan), y monetización de impactos.
Estas herramientas no solo ayudan al cumplimiento normativo, sino que también potencian la resiliencia de los proyectos y generan beneficios ambientales.
El contexto normativo, como la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030, exige que las construcciones cumplan criterios de sostenibilidad, promoviendo oportunidades para las empresas que adopten prácticas proactivas. Además de cumplir con la legislación, estas acciones mejoran la reputación, reducen riesgos y costos operativos, y posicionan a las empresas como líderes en sostenibilidad.
Integrar biodiversidad y salud de los ecosistemas en estrategias empresariales no solo mitiga impactos negativos, sino que contribuye a un futuro más sostenible y saludable.
Para más información…
Ponte en contacto con Comunicacion@GrupoConstrucia.com.
